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Transtorno bipolar

Transtorno bipolar

¿Qué es el transtorno bipolar?

El transtorno bipolar es un conjunto de transtornos del ánimo que se caracteriza por cambios notables en el humor, el pensamiento, el comportamiento, la energía y la capacidad de realizar actividades de la vida diaria.

El transtorno bipolar no es un estado de ánimo pasajero o un estado donde pueda pasarse de una emoción a otra en un corto periodo de tiempo. Este transtorno afecta a la persona durante meses o años por etapas, donde la calma y el comportamiento normal se intercala entre los episodios maníacos y la depresión.

La fersona afectada por este transtorno altera su estado de ánimo entre la manía o hipomanía – fase de alegría, exaltación, euforia y grandiosidad – y la depresión, con tristeza, inhibición e ideas de muerte (suicidio).

La consecuencia más grave es el suicidio y para prevenirlo resulta efectivo tratarse a través de psicoterapia. Por favor, si estas en ésta situación o conoces a alguien que pueda estarlo pide ayuda.

El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España facilita el número de teléfono 024, una línea de atención a la conducta suicida (https://www.sanidad.gob.es/linea024/home.htm)

Llama a la vida.
Línea de atención a la conducta suicida.

Tipos de transtorno bipolar

Tipo I

El trastorno bipolar tipo I se da en aquellos individuos que han experimentado un episodio maníaco añadido a un episodio depresivo (de acuerdo con el DSM-IV-TR). Es frecuente que los sujetos también hayan presentado uno o más episodios depresivos mayores. Para el diagnóstico de esta modalidad de acuerdo con el DSM-IV-TR son necesarios uno o más episodios maníacos o mixtos. No es necesario que exista un episodio depresivo como requisito para el diagnóstico, aunque frecuentemente aparezca.

Tipo II

El trastorno bipolar tipo II se caracteriza por episodios de depresión mayor así como al menos un episodio hipomaníaco. Los episodios de hipomanía no llegan a los extremos de la manía (es decir, que no provocan alteraciones sociales u ocupacionales y carecen de rasgos psicóticos). El trastorno bipolar tipo II es mucho más difícil de diagnosticar, puesto que los episodios de hipomanía pueden aparecer simplemente como un periodo de éxito con alta productividad y suele relatarse esto con menos frecuencia que cuando se sufre una depresión. Pueden aparecer síntomas psicóticos durante los episodios de depresión mayor, pero nunca en episodios hipomaníacos. Para ambos trastornos existe un cierto número de especificadores que indican la presentación y el curso del trastorno, entre otros el de «crónico», «ciclado rápido» (cuando aparecen 4 o más episodios en el transcurso de un año), «catatónico» y «melancólico».

Tipo III

El trastorno bipolar geriátrico, es la aparición de la enfermedad del trastorno bipolar en pacientes de edad avanzada de más de 50 años de vida, donde los mecanismos cerebrales que regulan el estado de ánimo se encuentran alterados, ya sea de manera estructural por herencia poligénica en los mecanismos cerebrales que regulan los estados de ánimo aunado a factores ambientales externos (fármacos, alteraciones hormonales, drogas, estrés), o bien por lesión cerebral provocando el trastorno bipolar de inicio tardío.

Ciclotimia

La ciclotimia implica la presencia o historial de numerosos episodios de hipomanía, intercalados con episodios depresivos que no cumplen completamente los criterios para que existan episodios de depresión mayor. La idea principal es que existe un ciclado de grado bajo del estado de ánimo que aparece ante el observador como un rasgo de la personalidad, pero que interfiere con su función.

Hay variaciones de este trastorno. Los estados de ánimo cambian rápidamente (en un año se pueden manifestar entre 4 o más cambios de ánimo) como también pueden cambiar lentamente. Una vez estabilizado el paciente se reencuentra con su vida social, laboral, e incluso afectiva, evitando escaparse de sí mismo y de su entorno, para así estar en convivencia con su pareja, amigos y familiares.

En términos psiquiátricos, esto se llama ciclos rápidos o acelerados y ciclos lentos, respectivamente. Los ciclos ultrarrápidos, en donde el ánimo cambia varias veces a la semana (o incluso en un día), suelen ocurrir en casos aislados, pero es ciertamente una variable real del trastorno. Estos patrones de cambios de ánimo son asociados con ansiedad y altos riesgos de suicidios.

Algunos estudios han sugerido una relación correlativa entre la creatividad y el trastorno bipolar. Con todo, la relación entre ambas todavía permanece incierta.​​ Hay un estudio que muestra un incremento en la creatividad, con lo cual el individuo logra obtener ciertas metas y objetivos.

Transtorno bipolar no especificado.

El trastorno bipolar no especificado es un «cajón de sastre», diagnóstico que se utiliza para indicar afecciones bipolares que no encajan en otras categorías diagnósticas. Si un individuo parece sufrir claramente de algún tipo de trastorno bipolar pero no cumple los criterios de alguno de los subtipos mencionados más arriba, se le asigna el diagnóstico de trastorno bipolar no especificado. Aunque los pacientes, por lo general, acudirán en busca de ayuda en fase depresiva, es muy importante averiguar a partir del paciente o de la familia de este, si alguna vez se ha dado algún episodio de manía o hipomanía mediante una cuidadosa interrogación. Esto evitará un diagnóstico equivocado de trastorno depresivo y evitará el uso de antidepresivos que pueden desencadenar un cambio a manía o hipomanía o inducir un ciclado rápido. Se ha desarrollado recientemente herramientas de exploración como el Hypomanic Check List Questionnaire (cuestionario sobre hipomanía mediante una lista de comprobación, HCL-32) para asistir en la tarea frecuentemente complicada de detectar los trastornos bipolares tipo II y III.

Síntomas

Período depresivo

Durante la fase depresiva el paciente puede presentar:

  • Pérdida de la autoestima.
  • Desánimos continuos.
  • Ensimismamiento.
  • Sentimientos de desesperanza o minusvalía.
  • Sentimientos de culpabilidad excesivos o inapropiados.
  • Fatiga (cansancio o aburrimiento) que dura semanas o meses.
  • Lentitud exagerada (inercia).
  • Somnolencia diurna persistente.
  • Insomnio.
  • Problemas de concentración, fácil distracción por sucesos sin trascendencia.
  • Dificultad para tomar decisiones y confusión general enfermiza, ejemplos: deciden un cambio repentino de empleo, una mudanza, o abandonar a las personas que más aman como puede ser una pareja o un familiar (cuando el paciente es tratado a tiempo deja de lado las situaciones «alocadas» y regresa a la vida real, para recuperar sus afectos y su vida).
  • Pérdida del apetito.
  • Pérdida involuntaria de peso.
  • Pensamientos anormales sobre la muerte.
  • Pensamientos sobre el suicidio, planificación de suicidio o intentos de suicidio.
  • Ver los logros personales como parte del azar y con una prognosis negativa del futuro (logré eso por suerte, pero si sigo seguro fallaré).

Período maníaco

En la fase maníaca se pueden presentar:

  • Exaltación del estado de ánimo.
  • Aumento de las actividades orientadas hacia metas, delirios de grandeza, creencias falsas en habilidades especiales. Si los contradicen suelen enfadarse y volverse paranoicos, (pensar que el mundo está en su contra).
  • Ideas fugaces o pensamiento acelerado (taquipsiquia).
  • Enfadarse por cualquier cosa.
  • Autoestima alta.
  • Menor necesidad de dormir.
  • Agitación.
  • Verborrea (hablar más de lo usual o tener la necesidad de continuar hablando).
  • Incremento en la actividad involuntaria (es decir, caminar de un lado a otro, torcer las manos).
  • Inquietud excesiva.
  • Aumento involuntario del peso.
  • Bajo control del temperamento.
  • Patrón de comportamiento irresponsable.
  • Hostilidad.
  • Aumento en la actividad dirigida al plano social o sexual.
  • Compromiso excesivo y dañino en actividades placenteras que tienen un gran potencial de producir consecuencias dolorosas (andar en juergas, tener múltiples compañeros sexuales, consumir alcohol y otras drogas).
  • Creencias falsas (delirios místicos y otros).
  • Alucinaciones.

Hipomanía

La hipomanía es generalmente un episodio destructivo menor que la manía, y las personas que se encuentran en este episodio usualmente experimentan los síntomas de la manía en menor grado o menos síntomas. La duración es regularmente menor que la manía. Este es considerado como un período «artístico» del desorden, que se caracteriza por una gran cantidad de ideas, un pensamiento extremadamente ingenioso, y un incremento en la energía.

Período mixto

En el contexto del trastorno bipolar los períodos mixtos son aquellos en los cuales la manía y la depresión clínica ocurren simultáneamente (por ejemplo, la agitación, ansiedad, agresividad, confusión, fatiga, impulsividad, las ideas suicidas, el pánico y la paranoia, ideas de persecución, verborrea, pensamiento veloz y furia).

Los episodios mixtos suelen ser los más volátiles dentro del estado bipolar, debido a que los estados pueden ser activados o desencadenados de forma rápida y simple. Los intentos suicidas, el abuso de substancias psicotrópicas y dañarse a sí mismo suele ocurrir en este estado.

Afectaciones

El transtorno bipolar se presenta en adultos jóvenes, implica un alto costo social, y es la segunda causa de discapacidad laboral a nivel mundial, además, quienes lo padecen presentan un riesgo mayor que la población general de mortalidad por suicidio, accidentes y por causas naturales como las enfermedades cardiovasculares.

Tratamiento

La consecuencia más grave es el suicidio y para prevenirlo resulta efectivo tratarse a través de psicoterapia. Por favor, si estas en ésta situación o conoces a alguien que pueda estarlo pide ayuda.

El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España facilita el número de teléfono 024, una línea de atención a la conducta suicida (https://www.sanidad.gob.es/linea024/home.htm)

Llama a la vida.
Línea de atención a la conducta suicida.

La meta del tratamiento es evitar las crisis y minimizar o eliminar los síntomas sub-sindrómicos. En realidad el tratamiento del trastorno bipolar es simple si consideramos los siguientes aspectos:

  1. El pilar del tratamiento son los estabilizadores del estado de ánimo (litio, valproato, carbamazepina, oxcarbazepina, lamotrigina, topiramato).
  2. Los antipsicóticos atípicos no son estabilizadores del estado de ánimo y su uso debe limitarse a los periodos de crisis, y siempre en combinación con un estabilizador del estado de ánimo. Su uso en monoterapia posee un impacto neurocognitivo deteriorante para el paciente.
  3. Los antidepresivos tampoco son estabilizadores del estado de ánimo y deben evitarse en pacientes bipolares porque aumentan la frecuencia del ciclado, favorecen la aparición de episodios mixtos y pueden producir viraje a manía. Cuando su uso es imprescindible deben usarse solo durante las crisis y asociados a un estabilizador del ánimo.

El tratamiento del transtorno bipolar debe ser tratado por un profesional de la medicina, por favor, pongase en contacto con uno si ústed o alguien conocido cree que puede padecerlo y siga sus indicaciones. Las indicaciones sobre el tratamiento siempre debe prevalecer el criterio médico.